Me encanta cómo la moda cada cierto tiempo nos sorprende quebrando reglas o reinventando alguna que pensábamos jamás volvería. Es así como podemos volver a vestirnos enteras de jeans sin ningún complejo, pero respetando este MUST: la tela tiene que ser de distintas tonalidades. Ya no se trata de parecer un vaquero del oeste, es algo un poco más sofisticado. Necesita ser arriba celeste y abajo azul oscuro (o al revés, si tus piernas son más flacas que tu torso :), puedes mezclar un jeans teñido disparejo, con otro liso, no hay problema, el punto es que visualmente sean muy distintos.
Es un look muy casual, muy relajado, pero los accesorios te darán la diferencia. Vestirte de denim tiene la gracia que tienes una base muy combinable, por lo que casi todo se puede ver bien, digo casi para que no se te vaya a ocurrir echarte encima todos los colores que tienes en el clóset… Tonos cafes, negros, blanco funcionan perfecto y si quieren agregar color o estampados, debes hacerlo con uno a la vez y de una prenda, así te vas a la segura (cinturón, cartera y zapatos del mismo color, ya no se usa).
Ahora, ¡a probar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario